Cuando somos jóvenes pensamos que todo nos pertenece, que siempre tenemos y tendremos razón, que el mundo nos odia y que nadie nos merece, pero no nos damos cuenta de que nos equivocamos. Yo reconozco haber cometido grandes errores a lo largo de mi vida, y la mayoría de las personas que me rodean también reconocen haber cometido errores y dicen ¿no somos humanos?, tenemos derecho ¿no?
Nadie duda que las personas tenemos casi el deber de errar para demostrar que de verdad somos humanos, el problema es que no nos damos cuenta de que la verdadera característica de un ser humano no es saber reconocer errores sino, perdonar los errores del resto y eso es algo que no todo el mundo aprende a lo largo de su vida.
Algunos adolescentes viven con el miedo a lo que el mundo pueda decir de ellos, a los prejuicios, a las risas de los que le rodean y es una pena que no todo el mundo sea tan valiente como aquellos que defienden sus principios sin importar lo que el resto pueda opinar de sus ideas.
El miedo hace que los humanos pierdan la oportunidad de disfrutar de su vida, el miedo por muy pequeño es letal, pues por una pizca de miedo que tengamos, perderemos toda cualidad de enfrentarnos a la realidad, a la que de verdad nos importa.
Y tener miedo no sólo implica el miedo a lo que el resto pueda pensar de nosotros sino a la cobardía, de enfrentarte a las consecuencias de algún hecho o de confesarle a alguien que estás enamorado de esa persona. "Los humanos viviremos como humanos cuando sepamos enfrentarnos a la realidad y a la verdad, pudiendo mirar a los ojos a aquello a lo que temamos."
